martes, 14 de diciembre de 2010

el reto del socialismo segun el autor JAVIER BIARDEAU



EL RETO DEL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI
Javier Biardeau R

Desde 2004 el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ha comenzado a plantear que la alternativa para profundizar los cambios y continuar acelerando las transformaciones igualitarias que se iniciaron con la activación del poder constituyente en el año 1999 es una renovación del Horizonte Socialista.

En el Taller de alto nivel sobre el nuevo mapa estratégico, del 12 y 13 de Noviembre del año 2004 ya se prefiguraban cambios significativos con relación a las alternativas de profundización de la Revolución Democrática. Con referencia a la Contraloría Social, Chávez dijo:

“No hay contraloría social si no hay información de los recursos con los que se cuenta. Creo que el tema del control social, es básico para la nueva sociedad que tenemos que construir, porque siempre el socialismo ha tenido el problema de que el Estado maneja recursos, pero nunca la población ha tenido el control de esos recursos.”(Nuevo Mapa estratégico; 2004, 62)
Posteriormente, en el contexto del acto de instalación de la IV Cumbre de la Deuda Social, el 25 de febrero del año 2005,  Chávez llamo a "inventar el socialismo del siglo XXI". Los discursos no son inocentes y están cargados de múltiples estratos de significación, por múltiples efectos de poder y sentido. Tras seis años de gobierno, Chávez definió su proyecto político como "Socialista". Chávez hablo desde un comienzo que la ideología socialista se relaciona con "la dignidad que crece a lo largo y ancho del mundo", en referencia a las recientes victorias electorales de estos Partidos Socialistas en Europa y América Latina. En el mismo acto, Chávez afirmo que: "Aquí en Venezuela estamos haciendo el esfuerzo por construir un modelo alternativo al capitalista, pero con el pueblo al frente", reiterando sus críticas a las condiciones injustas que se imponen a los países pobres para el pago de sus deudas externas, y cuestionando los tratados de libre comercio, que consideró una forma de neocolonialismo.
Desde ese momento el “socialismo del siglo XXI” viene rondando la cabeza de amplios sectores de América Latina y el mundo, así como intentos de caracterizar el proceso de profundización democrática que se realizarían en la sociedad venezolana para el segundo mandato presidencial de Chávez (2006-2012), producto de una elección popular que conquisto un 62 % del electorado nacional.

Este nuevo socialismo vendría a darle mayores contenidos y formas a la “democracia participativa y protagónica”, que como idea-fuerza  de revolución democrática sigue orientando el proceso político-cultural y económico-social de transformación institucional del primer período constitucional de 1999 a 2006. Pero, ¿Qué significa socialismo del siglo XXI?

El Socialismo que estamos planteando no está reñido con la democracia- como algunos creen o pudieran creer. En otras épocas, las cosas se plantearon en forma diferente. Eran otras realidades y otras circunstancias. Sabemos que uno de los planteamientos de Carlos Marx es precisamente en de la Dictadura del proletariado, pero eso no es viable para Venezuela en esta época. ¡Ese no será nuestro camino!. Nuestro Proyecto es esencialmente democrático. Hablamos de democracia popular, democracia participativa, democracia protagónica.”(Chávez; discurso de la unidad, 33-34)


Como lo ha dicho el propio Chávez, su posición es que hay que inventar el Socialismo del siglo XXI desde la revolución democrática y el poder constituyente, que es un  modelo alternativo al capitalismo y que el pueblo estará al frente de esta construcción. La perspectiva de Chávez ha generado un revuelo comprensible. Luego de la declarado el fin del “socialismo realmente existente” en la mayor parte del ex campo soviético, los aparatos político-culturales hegemónicos y sus funcionarios orgánicos han diseminado la matriz discursiva que afirma que “las ideas socialistas” están muertas. Pero, ¿están realmente muertas las ideas socialistas?.

Podríamos seguir las huellas de Foucault, siempre más allá de las asimilaciones academicistas de los dispositivos institucionales universitarios, para enfatizar la consideración de los discursos como bloques tácticos que funcionan en el interior de las relaciones de fuerza en el campo socio-histórico. En esta configuración de sentido, las consideraciones sobre el significado político e histórico de los discursos no pueden desencajarse de las relaciones de poder y dominio que los movilizan, ya que estas constituyen sus condiciones de generación y recepción específicas.

La cuestión acerca del Socialismo del siglo XXI no es una cuestión de “semántica referencial”, sino más bien de una semiosis política, de un complejo proceso que configura saber, experiencia, sensibilidad, significación y verdad, de la performatividad de los “juegos de lenguaje” en el terreno de las formaciones ideológico-políticas, de la enunciación y de los “agenciamientos colectivos”.

El Socialismo del siglo XXI implica ruptura y continuidad con las tradiciones socialistas, que son constitutivamente diversas, al mismo tiempo que es un llamado a prácticas de innovación políticas, a experiencias novedosas junto al pueblo más que a recetas, a dogmas, a categorías establecidas, a esquemas fosilizados, que precisamente castran el movimiento de lo real, que pretenden regularlo, regimentarlo, identificarlo con la lógica del concepto unívoco.

El Socialismo del siglo XXI será un campo de significación y  sentido, articulado-atravesado por luchas hegemónicas y contra-hegemónicas. Es por tanto, un campo de tensiones, de conflictos, de contradicciones que estabilizan determinadas patrones de interpretación dominantes, pero que solo son eso, haces de significación predominantes cruzados por inestabilidades constitutivas. Y esto no es novedoso, esto ha sido así desde la emergencia del significante Socialismo, que como cualquier significante remite a condiciones de posibilidad específicas, a condiciones prácticas e ideológicas singulares.

El Socialismo fue inicialmente una idea Moderna, Europea, que desde las experiencias y aspiraciones igualitarias, democráticas, así como de los acontecimientos derivados de la Revolución Francesa y de las transformaciones productivas que acompañaron el proceso de industrialización se vinculó a plexos de sentido, sentimientos, aspiraciones, a mundos de vida, a la vida cotidiana antes de elaborarse como teoría o pensamiento sistemático. El Socialismo fue desde sus inicios comunitario, igualitario, democrático radical y ligado a exigencias de justicia sustantiva. Recogió en si mismo, las luchas e imaginarios milenaristas y mesiánicos vinculados a movimientos cristianos, y a las utopías literarias de signo comunista (Platón, Moro, Cabet).

Múltiples genealogías y reconstrucciones se han tratado de realizar para atrapar la morfo-génesis del término. Para algunos, el término aparece en los seguidores de Fourier, en la oweniana Cooperative Magazine en 1827, como descripción general de las doctrinas cooperativistas de Robert Owen. También, aparecen registros que lo ubican en 1832 en el periódico La Globe, de los seguidores del Conde de Saint-Simon (G.D.H. Cole; Historia del pensamiento Socialista). Así mismo, Gide-Rist (Historia de las doctrinas económicas) ha señalado que fue Pierre Leroux, fundador del periódico Le Globe contemporáneo de Louis Blanc, quién introduce el término Socialismo en la política Francesa.

Es decir, entre 1827 y 1848 (Comuna de París), es posible rastrear el término socialista, recogiendo experiencias, sentimientos y aspiraciones que buscaban una sociedad que acentuaba lo social frente al egoísmo, la cooperación frente a la competencia, la socialidad frente al auto-interés, controles sobre la acumulación de riqueza material y sobre el uso de la propiedad privada, así como criterios éticos de justicia para atenuar las desigualdades, otorgar recompensas según capacidades y la satisfacción de necesidades esenciales garantizadas para todos los seres humanos.

Cuando Marx escribía en 1840, ya existía un Imaginario Socialista que recogía la convicción de que la concentración incontrolada de la riqueza y la desenfrenada competencia habrían de conducir a una miseria creciente y crisis, y que el sistema habría de ser reemplazado por otro en el que la organización de la producción y el intercambio acabaran con la pobreza y la opresión, y originaran una redistribución de los bienes del mundo sobre una base de la igualdad (Kolakowsky; Principales corrientes del Marxismo).

Fue Engels el que creo la tesis interpretativa del Socialismo Utópico y del Socialismo Científico, haciendo posible una canonización doctrinaria por parte de la II internacional de la mano de Kaustky, así como la archiconocida tesis de la “ciencia” del Socialismo. Luego Plejanov en 1891, y siguiendo a Engels, en un ensayo sobre Hegel, inventó el término Materialismo Dialéctico, canonizado por José Stalin (en el texto anarquismo y socialismo; 1905) y propagado posteriores sus aparatos político-culturales como Diamat e Hismat, llegando hasta hoy en la llamada tradición marxista-leninista.

Ha sido esta última tradición marxista-leninista dominante en los Partidos Comunistas de la etapa estalinista, la que ha sufrido demoledoras críticas por parte del Socialismo articulado al pensamiento democrático-radical, por las corrientes abiertas y heterodoxas del marxismo crítico, como la realizada por Marcuse en su texto “Marxismo Soviético”, y por todos aquellos que ha reconstruido de manera crítica la obra de Marx en su historicidad.  El Socialismo por venir tendrá tres obstáculos ideológicos que vencer: el pensamiento neoconservador/neoliberal que inspira a las fracciones más agresivas de la clase capitalista global, el pensamiento liberal-socialdemócrata que renunció tempranamente a cualquier intento de construcción de modelos alternativos al capitalismo, y el marxismo-leninismo, quién pretenderá convertir el Horizonte Socialista en un dogma monolítico de aparato, propio del estatismo oligárquico.

Frente a la actual condición post-moderna, post-metafísica y post-positivista podríamos hablar de un “Socialismo Popular, Diverso y Post-científico”; es decir, un Socialismo superador del culto de la tecnociencia, de la burocratización académico-universitaria (Marxismo Occidental) y político-partidista (Partidos Únicos Marxistas-Leninistas) que han castrado y censurado al pensamiento revolucionario, que recupera la centralidad del mundo de vida popular, de los oprimidos, humillados y sojuzgados, de sus aspiraciones, sentimientos y “buen sentido”, construyendo desde lo popular, desde lo subalterno, desde lo oprimido los contenidos concretos del Socialismo, así como desde la  existencia de una pluralidad de elaboraciones, interpretaciones, pensamientos y teorías críticas en el seno del Horizonte Socialista, desde perspectivas contra-hegemónicas y subalternas, ampliando la des-dogmatización del marxismo. Este Socialismo, como ha dicho Mariategui no será “ni calco ni copia”, será creación heroica y colectiva.

En América Latina, las políticas socialistas y sus culturas políticas serán críticas, radicalmente democráticas y pluralistas. La recomposición del socialismo anticapitalista requiere coraje, tanto para la ruptura innovadora como para la continuidad crítica con la tradición socialista. Se trata de construir  nuevos sujetos, nuevas políticas y nuevas ideas. Sin desvalorizar los aportes de la herencia de Marx, Engels, Kaustky, Luxemburgo; Lenin, Trotsky, Gramsci y Mao pero sin dogmatizarlos, sin convertirlos en idola o fetiches ideológicos.

Además, ubicando a cada pensamiento socialista en sus contextos espacio-temporales, en sus “condiciones concretas y específicas”, en su historicidad. Así mismo, hay que de-construir a la socialdemocracia, al comunismo histórico, para extraer las lecciones positivas de algunas experiencias, retomar el nacionalismo-popular revolucionario propio de Nuestra América, el cristianismo liberador, las resistencias indigenistas y afro-descendientes. Se trata de inventar, como lo dijo nuestro Simón Rodríguez. Inventamos el Socialismo o Erramos en la Barbarie. Se trata de múltiples pensamientos contra-hegemónicos para la unidad democrática de acción revolucionaria. Hay que desterrar los fantasmas del Socialismo del siglo XX, demoler sus dogmas.

La revolución democrática socialista o es una larga transición democratizadora que implican conflictos de poder canalizados institucional y electoralmente, poniendo a prueba la dimensión persuasiva y la construcción de hegemonía simbólica, o es una corta y trágica concatenación de rupturas violentas, tanto progresivas como terriblemente regresivas. Cualquier desvío del ideario democratizador y de la construcción de un protagónico poder popular conduce a cualquier revolución socialista al fracaso. La hegemonía histórica del “marxismo autoritario” y todos los regímenes de aparato que se han denominado “socialistas” han presentado características regresivas desde el punto de vista de la tradición democrática. La tradición socialista, popular y radical-democrática ha mantenido una defensa de la unidad orgánica entre los valores de igualdad, libertad, justicia social y solidaridad, en los procesos de liberación social, contra las realidades históricas de la explotación, la coerción la hegemonía, la negación, la exclusión y cualquier figura de la opresión.

El Por-venir del Socialismo del siglo XXI depende exclusivamente de cada uno de nosotros. Que no se repitan compulsivamente los errores y fracasos del siglo XX depende de quienes levantemos la voz, las acciones y los sueños por algo radicalmente distinto. El Horizonte está abierto…no permitamos que se cierre…




  


OTRAS DEFINICIONES IMPORTANTES

2. Socialismo
2.1 Definición de Socialismo:
La voz Socialismo fue utilizada por primera vez por Pierre Leroux en el años 1.832, para expresar un opuesto al individualismo. Esta voz ha tenido a lo largo del tiempo varios significados:
- Socialismo como utopía comunista: aquí podemos destacar una antigua teoría de Platón sobre el socialismo, que se puede considerar como un prototipo.
- Socialismo como movimiento social y político: es un producto real, no teórico, derivado de la creación de la economía política en el siglo XVIII, y de las transformaciones producidas en la economía y la vida de las sociedades modernas por la llamada Revolución Industrial.
Pero no hay que confundir estas viejas utopías con el socialismo como movimiento social y político.
El Socialismo es un sistema, y como todos los sistemas, tiene una serie de normas y reglas generales. Por tanto, el socialismo es un sistema que expone una organización económica de la sociedad sobre una base en la que se suprime la propiedad individual de los medios de producción. Este sistema afecta a la organización de la comunidad, al lograr que se suprima el salariado con lo cual, se produce una desaparición de las clases.
Varios de los principales objetivos de este sistema son: reemplazar el salariado por un régimen colectivista (es decir, que todos los bienes sean de la comunidad sin que exista la propiedad individual), organizar racionalmente la economía y asegurar una justa distribución.
Pero el Socialismo se ha convertido con el tiempo en un movimiento político seguido por las masas. Donde primero se llevó a cabo esta conversión fue en Europa, gracias a la obra de uno de los grandes revolucionarios de la época: Marx, Engels y sus discípulos.
El movimiento socialista ha tomado a lo largo del tiempo, dos formas diversas:
- La forma evolutiva: es una forma socialista partidaria de alcanzar sus objetivos dentro del sistema democrático, lo que significa formar una democracia socialista: la Socialdemocracia. Esta forma fue aplicada por la llamada Internacional de Amsterdam de 1.912 (Segunda Internacional).
- La forma revolucionaria: surge a partir de la Tercera Internacional, que tras su triunfo en Rusia (1.919), dio lugar al comunismo.
2.2 Inicio del Socialismo; Revolución Industrial y movimientos obreros:
El Socialismo es un movimiento, que está muy relacionado con la época de la Revolución Industrial. Cuando se produjo la Revolución Industrial se inició un nuevo movimiento económico, político y social, el Capitalismo, que establecía un división de la sociedad en obreros y propietarios. En ésta época, hace su aparición una nueva clase social: el proletariado. Esta clase social, nace gracias a la creación de grandes factorías que necesitan de trabajadores que controlen la producción de máquinas y que creen una cadena productora manual. Se concentraban an torno a los nuevos centro febriles, creando ciudades o barrios completamente instituida por la clase obrera.
Pero la paradoja del Capitalismo es que los obrero no pueden conseguir el dinero suficiente para comprar aquello que producen. Poco a poco, vemos que la clase obrera, formada por una gran mayoría de la población, vive en unas condiciones infrahumanas, en contraste con el tipo de vida de los propietarios, que poseen todo tipo de riquezas. Esto conduce a la clase del proletariado a plantearse la necesidad de cambiar su situación y encontrara una forma de organizarse en la cual, la fuerza del número que poseen, le dé un poder social. Surge así el movimiento obrero como factor esencial en la política de los países industriales.
Al servicio de los proletarios, se ponen unas repuestas teóricas que tratan de dar una serie de normas para poder realizar una lucha política. El Socialismo se interpreta como una forma de transformar radicalmente la realidad. Entonces se inicia un periodo de tiempo en el que se desarrolla la lucha del proletariado contra las clases superiores para conseguir mejorar su calidad de vida y transformar la sociedad. Surge en el momento crítico una figura pensadores que aportó una seguridad que la clase obrera necesitaba: Carlos Marx, con su Manifiesto Comunista, que movía a todo burgués a sentir un respeto por la clase obrera.
Por tanto, Marx nos muestra su Socialismo en su manifestación posterior a 1.850.
2.3 Teoría de la revolución y transición al socialismo:
Las teorías de Marx, estuvieron influidas por sus estudios de la Revolución Francesa, de los filósofos franceses. De Alemania aprendió los fundamentos filosóficos y de Inglaterra observó la lógica del capitalismo.
Marx, percibía que los burgueses se sentían amenazados por algunos sectores liberales-progresistas. La revolución de los burgueses, que aún no había terminado, mostraba su propia destrucción. Esto le llevó a pensar que todavía no se había cerrado el ciclo del desarrollo burgués y que las condiciones objetivas todavía no estaban listas para la revolución del proletariado; pero, por otro lado, avanzar en esta tendencia acabaría por agrandar las contradicciones del sistema capitalista, lo que significaría su destrucción y así triunfaría la revolución proletaria. Marx, trató de concienciar al proletariado para que apoyara las condiciones de la clase burguesa, y que cuando se hubieran conseguido, al ser la clase proletaria mayor en número, se hicieran con el poder
Hasta aquí todo va bien, pero los problemas aparecen cuando se plantean una serie de preguntas: ¿Cómo sería la revolución, por medios violentos o por medios democráticos y pacíficos aprovechando que al ser mayoría numérica el sufragio universal les garantizaba la victoria? ¿Cómo debería ser esta fase de transición del capitalismo al socialismo?¿Cuánto debería durar?¿Y qué hacer cuando se tuviera el poder?
Marx, no supo dar una respuesta clara y definitiva. A la primera cuestión, su respuesta no era válida para todos los países y situaciones. En el fondo, se trataba de llegar a un resultado y la opción dependería finalmente de las circunstancias de cada país y momento concreto. En este sentido, su declaración de 1.872 al Congreso de la Internacional en La Haya, , instaba a concienciar a los organismos y costumbres de los países hacia una actitud revolucionaria.
La respuesta a las otras cuestiones, son más complejas, ya que sólo se limitó a exponer unas normas básicas que no estaban bien definidas. Pero lo más obvio era que fueran los que fueran los medios utilizados para que los proletarios llegaran al Estado, al final tendrían que ejercer el poder o la violencia para abolir la propiedad privada de los medios de producción.
Esta fase de consolidación del poder proletario, se denomina “dictadura de proletariado”, y se tiende a eliminar clases sociales: a la burguesía. Pero lo que aquí no se dice es quién tomaría las decisiones, quién dice lo que se debe hacer y lo que no, y como hacerlo. Se piensa en una situación temporal, que terminaría cuando ya no existieran las diferentes clases sociales, con lo cual, ya no habrían conflictos y el gobierno de personas se reemplaza por el de administrar cosas.
Pero del Socialismo, se pasa al Comunismo, en una transición que se caracteriza por un desarrollo y potenciación de las fuerzas productivas.
2.4 Socialdemocracia:
Del mensaje de Marx, sometido a una profunda revisión, conviene distinguir el lado marxista-leninista y por el otro lado, las ideas comenzadas por Engels, que favorecerían a las distintas corrientes socialdemócratas.
Lo principal de esta revisión, era el problema que planteaban los movimientos sociales hasta la Primera Guerra Mundial, como el tránsito pacífico al socialismo. Esto era debido a las pautas de evolución de la burguesía liberal que favorecían los intereses socialistas. El sufragio universal les dio una vía para ganar de forma electoral.
Cabe destacar como socialdemócrata a E. Bernstein (1.850-1.932), que revisa algunas previsiones de Marx sobre la disolución burguesa, que más tarde se demostraría que no se iba a producir. Todo consistía en una reducción del salario de los trabajadores, pero esto no tuvo lugar, sino que las condiciones habían mejorado y habían otras reformas que contradecían las teorías marxistas. La evolución favorecía su expansión.
Pero esto no se debía a las clases capitalistas sino a la lucha de los partidos socialistas. La confirmación de que el camino era el correcto se confirmó con la Revolución Rusa de 1.917. Bernstein confirmó su sospecha de que la violencia conducía a la dictadura de los oradores públicos.
La posterior evolución de la socialdemocracia es conocida a partir de la Segunda Guerra Mundial, cuando al dividirse el mundo en dos grandes bloques, se decidieron por el lado occidental.
3. Características del Socialismo:
El Socialismo, es un movimiento político que cumple unas características por las que se impulsó, y que lo definen en parte.
3.1 Preocupación por la pobreza:
La pobreza era vista por los primeros socialistas como una opresión económica. La pobreza es la principal causa de los disturbios sociales. La clase trabajadora, funda las bases de la economía de los países, pero de forma paradójica, estos trabajadores tienen unas condiciones de vida infrahumanas y no consiguen el dinero suficiente para comprar aquello que ellos mismo producen.
Los males de la pobreza son inevitables; por eso, el ataque social constituye un punto de partida característico para la teoría social. La indignación manifestada por los socialistas, apuntan al igualitarismo como procedimiento para remediarla.
3.2 Análisis de clase de la sociedad:
El reconocimiento de la pobreza, lleva a afirmar que hay dos tipos de clases: los que lo poseen todo y los que no poseen casi nada. Esto lleva a la división de los socialistas en dos clases: los que ven que la clase es consecuencia del Capitalismo (Marx), y quienes la ven como algo pasajero. Durante un siglo, los socialistas aceptaron la lucha de clases para la política socialista. Pero actualmente los socialistas descartan la importancia de la clase y de la lucha de clases.
3.3 Igualitarismo:
Esta es la idea central del Socialismo. Esta idea se ha desplazado desde la afirmación de Beeuf, acerca de la igualdad de los seres humanos, hasta la noción de Saint-Simon de igualdad sobre la base de tratamiento diferente. La igualdad no es nivelarlo todo, sino según la capacidad, se dará un tratamiento adecuado.
Pero el ideal abarca también un proceso productivo y requiere una contribución equitativa de cada individuo a la sociedad.
3.4 Propiedad comunitaria de los medios de producción:
Marx analizó el término de forma precisa. La propiedad de los medios, colocaban al individuo en la sociedad burguesa. La igualdad no sería efectiva sin la abolición de la propiedad privada, que implicaba la supresión de la burguesía.
El fin de la eliminación de la propiedad privada es la propiedad colectiva de los medios de producción.
La propiedad común es un medio de obtener mayor igualdad. En países agrícolas, las granjas colectivas tienen una relativa estabilización. Pero en los países industriales, es difícil que un gobierno socialista pueda dar a la propiedad común, unas grandes economías, sin crear un Capitalismo de estado.
Este desarrollo elimina la propuesta original del Socialismo, de que el Capitalismo podía ser combatido por el Socialismo mundial.
3.5 La soberanía popular:
Esta idea deriva de la creencia de que todos tenemos la misma capacidad de dirigirnos a nosotros mismos. Se puede comparar con la teoría democrática de Rousseau, sobre el contrato social, en el que el hombre está sometido a la Voluntad General, que daba el bien común al grupo y al individuo.
Ya no serán necesarios la expresión de los intereses de clase ni los grupos económicos que compitan entre sí. Si se acepta una posibilidad de sociedad sin clases, un Estado de un solo partido puede seguir siendo considerado como democrático. La democracia sostiene el poder de los individuos a través de la representación.
3.6 Subordinación del individuo a la sociedad:
El Socialismo no protege al individuo libre de la teoría liberal, pero las personas son “necesariamente interdependientes no sólo en el sentido material sino en el espiritual y cultural”. Esta concepción deriva de la definición de los seres humanos como criaturas formadas por el medio.
Al establecer el contrato social, el individuo renuncia a la mayor parte de su poder sobre sí mismo, pero gana una fracción de poder sobre cada uno de los demás ciudadanos. Si todos están subordinados, la tiranía no es peligro. La concepción del individuo como una fracción que forma parte del todo es una consecuencia del compromiso con la soberanía popular. Pero esta subordinación supone un reordenamiento: en la práctica no implica la pérdida de los derechos humanos.
3.7 La creatividad humana y la sociabilidad:
Es típico de los socialistas afirmar que los seres humanos son creativos y que encuentran placer y satisfacción en el trabajo. Consideran que los placeres de la creación son iguales o superiores a los de la adquisición y el consumo, lo que da importancia al trabajo.
Esta tesis acerca del hombre creativo (homo faber), ha tenido consecuencias.(hacer nota a pie de página que ponga: véase apartado 4.10)
La fraternidad es la expresión de la creencia socialista en que la sociabilidad y la solidaridad nos resultan esenciales.
3.8 Las virtudes de la cooperación:
Si las personas son sociables, la cooperación es la forma natural de la organización social, garantizando la igualdad de beneficios para los que cooperan. El problema está en que si la cooperación se puede aumentar para que sea la base de la organización social. Si no fuera así, la teoría socialista habría que revisarla, porque significaría que los grupos nacionales son muy grandes para el socialismo.
3.9 Idealización del trabajo como tarea no alienada:
La creatividad humana hace posibles los placeres del trabajo. Pero para que esto sea posible, cada individuo debería trabajar en lo que más le gustara.
Para Marx, trabajar para un capitalista no podía ser satisfactorio, mientras que cualquier labor realizada bajo el socialismo sería muy gratificante por su naturaleza social.
Para los socialistas del siglo XIX, el trabajo era un castigo sobre la humanidad, pero con los cambios producidos a mitad de siglo XX, se pensó que se podía conseguir una sociedad basada en el ocio.
3.10 La libertad como plenitud:
La consecuencia de la concepción socialista de que las personas son formadas por la sociedad en una redefinición de libertad. La libertad socialista es la libertad de desplegar y desarrollar el trabajo de una forma no alienada. La libertad, es un sinónimo de elección.
3.11 Internacionalismo:
La dimensión internacional, no necesita más justificación que la tesis por la cual la humanidad es una única raza. Las fronteras nacionales no pueden limitar los derechos humanos. La historia reciente muestra los males que ocasiona el nacionalismo: el egoísmo, la beligerancia, los gastos innecesarios en armamentos y las guerras.
El internacionalismo es el ideal más elevado de la ideología socialista, por su reclamo de paz e igualdad para todo el mundo, aunque es una idea difícil de practicar.
Todas estas ideas constituyen el núcleo común del socialismo, aunque no todos los socialistas las admitan.
4. Impulsos del Socialismo:
4.1 Marx: Biografía
Karl Marx fue un filósofo alemán, creador junto con Friedrich Engels del socialismo científico y uno de los pensadores más influyentes de la historia contemporánea. Marx nació en Tréveris el 5 de mayo de 1.818 y estudió en las universidades de Bonn, Berlín y Jena. Aunque su pensamiento político era radical, todavía no podía calificarse de comunista. Las críticas de las condiciones sociales y políticas vertidas en sus artículos periodísticos le indispusieron con las autoridades, que le obligaron a abandonar su puesto en el rotativo de la Gaceta Renana de Colonia, donde llegó a ser el redactor jefe, en 1.843; poco después, el periódico dejó de editarse y Marx se trasladó a París. Los estudios de filosofía, historia y ciencia política que realizó en esa época le llevaron a adoptar el pensamiento de Friedrich Hegel. Cuando Engels se reunió con él en la capital francesa en 1.844, ambos descubrieron que habían llegado independientemente a las mismas conclusiones sobre la naturaleza de los problemas revolucionarios. Comenzaron a trabajar juntos en el análisis de los principios teóricos del comunismo y en la organización de un movimiento internacional de trabajadores dedicado a la difusión de aquéllos. Esta colaboración con Engels continuó durante toda su vida.
Marx se vio obligado a abandonar París en 1.845 debido a su implicación en actividades revolucionarias. Se instaló en Bruselas y comenzó a organizar y dirigir una red de grupos llamados Comités de Correspondencia Comunista, establecidos en varias ciudades europeas. En 1.847, Marx y Engels recibieron el encargo de elaborar una declaración de principios que sirviera para unificar todas estas asociaciones e integrarlas en la Liga de los Justos. El programa que desarrollaron ,conocido en todo el mundo como el Manifiesto Comunista, fue redactado por Marx basándose en parte en el trabajo preparado por Engels y representaba la primera sistematización de la doctrina del socialismo moderno. Las proposiciones centrales del Manifiesto, aportadas por Marx, constituyen la concepción del materialismo histórico. Según se explica en estas tesis, el sistema económico dominante en cada época histórica, determina la estructura social y la superestructura política e intelectual de cada periodo. De este modo, la historia de la sociedad es la historia de las luchas entre los explotadores y los explotados, es decir, entre la clase social gobernante y las clases sociales oprimidas. Partiendo de estas premisas, Marx concluyó en el Manifiesto que la clase capitalista sería derrocada y suprimida por una revolución mundial de la clase obrera que culminaría con el establecimiento de una sociedad sin clases. Esta obra ejerció una gran influencia en la literatura comunista posterior y en el pensamiento revolucionario en general; ha sido traducida a multitud de lenguas y de ella se han editado cientos de miles de ejemplares.
Poco después de la aparición del Manifiesto, estallaron procesos revolucionarios en Francia, Alemania y el Imperio Austriaco, por lo que el gobierno belga expulsó a Marx temeroso de que la corriente revolucionaria se extendiera también por el país. El pensador alemán se trasladó a París y después a Renania. Fundó y editó en Colonia una publicación comunista, laNueva Gaceta Renana, y colaboró en actividades organizadoras de agrupaciones obreras. En 1.849 fue arrestado y juzgado bajo la acusación de incitar a la rebelión armada. Aunque fue absuelto, se le expulsó de Alemania y se cerró la revista. Pocos meses después las autoridades francesas también le obligaron a abandonar el país y se trasladó a Londres, donde permaneció el resto de sus días. Una vez instalado en Inglaterra, se dedicó a profundizar en sus ideas, publicando nuevos escritos, y a alentar la creación de un movimiento comunista internacional. Durante ese periodo, elaboró varias obras que fueron constituyendo la base doctrinal de la teoría comunista. Entre ellas se encuentra su ensayo más importante, El capital (volumen 1, 1.867; volúmenes 2 y 3, editados por Engels y publicados a título póstumo en 1.885 y 1.894, respectivamente), un análisis histórico y detallado de la economía del sistema capitalista, en el que desarrolló la siguiente teoría: la clase trabajadora es explotada por la clase capitalista al apropiarse ésta del `valor excedente' (plusvalía) producido por aquélla. La siguiente obra de Marx, La guerra civil en Francia (1.871), analizaba la experiencia del efímero gobierno revolucionario francés conocido como la Comuna de París, establecida en esta ciudad durante la Guerra Franco-prusiana. Marx interpretó su creación y existencia como una confirmación histórica de la necesidad de que los trabajadores tomen el poder mediante una insurrección armada y destruyan al Estado capitalista. Esta teoría fue desarrollada en Crítica del programa de Gotha (1.875) en los siguientes términos: “Entre los sistemas capitalista y comunista se encuentra el periodo de transformación revolucionaria de uno en otro. Esta fase corresponde a un periodo de transición, cuyo estado no puede ser otro que la dictadura revolucionaria del proletariado”. Durante su estancia en Inglaterra, Marx también escribió crónicas sobre acontecimientos sociales y políticos para periódicos de Europa y Estados Unidos, entre ellos varios artículos sobre las `revoluciones liberales' en España y en la América hispana. Fue corresponsal del New York Tribune desde 1.852 hasta 1.861 y escribió varios artículos para la New American Cyclopedia.
Después de la disolución de la Liga Comunista en 1.852, Marx se mantuvo en contacto con cientos de revolucionarios a fin de crear otra organización de la misma ideología. Sus esfuerzos y los de sus colaboradores culminaron en 1.864 con la fundación en Londres de la I Internacional. Pronunció el discurso inaugural, escribió sus estatutos y posteriormente dirigió la labor de su Consejo General, superando las críticas del grupo seguidor de Mijaíl Bakunin, de carácter anarquista. Tras la eliminación y represión de la Comuna parisina, en la que habían participado miembros de la I Internacional, la influencia de esta organización disminuyó y Marx recomendó trasladar su sede a Estados Unidos. Los últimos ocho años de la vida del filósofo estuvieron marcados por una incesante lucha contra las dolencias físicas que le impedían trabajar en sus obras políticas y literarias. Los manuscritos y notas encontrados en Londres después de su muerte, ocurrida el 14 de marzo de 1.883, revelan que estaba preparando un cuarto volumen de El capital que recogería la historia de las doctrinas económicas; estos fragmentos fueron revisados por el socialista alemán Karl Johann Kautsky y publicados bajo el título de Teorías de la plusvalía (4 volúmenes, 1.905-1.910). Asimismo, Marx planeaba realizar distintos trabajos que comprendían investigaciones matemáticas, aplicaciones de éstas a problemas económicos y estudios sobre aspectos históricos de varios desarrollos tecnológicos.
Marx no ejerció una gran influencia en vida, fue después de su muerte cuando su pensamiento comenzó a destacar dentro del movimiento obrero. Su concepción pasó a denominarse marxismo o socialismo científico, una de las principales corrientes de la teoría política contemporánea. Su análisis del sistema capitalista y su teoría del materialismo histórico, la lucha de clases y la plusvalía son las principales fuentes de la ideología socialista contemporánea. Su tesis sobre la naturaleza del Estado capitalista, el camino hacia el poder y la dictadura del proletariado tienen una importancia decisiva en la acción revolucionaria. Estas doctrinas, comentadas por la mayoría de los socialistas después de su muerte, fueron retomadas por Lenin en el siglo XX, y el desarrollo y aplicación que el político ruso hizo de ellas fue el núcleo de la teoría y la práctica del bolchevismo y de la III Internacional.
4.2 El socialismo marxista:
Su motor no va a ser el espíritu, sino una actividad práctica material, que se presentará de una forma u otra, según el estado tecnológico de la época, lo que supone unas relaciones sociales, es decir, nunca está aislada, sino que es una actividad social. Accedemos así a:
- Las “fuerzas productivas”: conjunto de instrumentos de producción utilizados por el trabajo del hombre.
- Las “relaciones de producción”: conjunto de relaciones sociales que corresponden al estado de las fuerzas productivas.
El conjunto de ambos nos lleva al “modo de producción”. Cada modo refleja un nivel de desarrollo de fuerzas productivas. En suma, al adquirir fuerzas productivas se cambia sus sistema de producción, cambiando así relaciones sociales de los hombres. Estos tránsitos se mueven entre contradicciones, que Marx percibe en la falta de ajuste, que conduce a la reestructuración de la vida social. La lucha de clases, es la expresión de esta tensión, y permite dar el paso que recomponga la falta de ajuste.
Ya podemos extraer dos conclusiones:
- La actividad económica condiciona la vida social o política, vista como fenómeno de superestructura , con una base económica. En política, esto significa que la clase “dominante”, usa al Estado para mantener y ejercer su poder, y el Estado encubre este hecho. Marx lo denomina “ideología”. Los dominados ven el mundo de forma natural. Pero para realizar un cambio, hay que sustituir la falsa conciencia de trabajador, por la conciencia de clase trabajadora.
- Marx es consciente de que si no se analiza la lógica económica, no se puede explicar la política de emancipación de los explotados. Aquí incorpora las enseñanzas de la economía política británica. Así llega a formular la contradicción de este sistema entre clase privilegiada, burguesía y la clase cuyo trabajo servía de base al edificio social: los proletarios.
La caída capitalista, fue anunciada por características como el aumento del desempleo, la frecuencia e intensidad de la crisis económica y la progresiva desaparición de las clases medias. Marx, combina aquí elementos objetivos con otros de estrategia revolucionaria. Esto sería la fuente de muchas disputas doctrinales dentro del movimiento marxista.
Para Marx, la práctica revolucionaria podría “acortar y hacer menos doloroso el parto de un orden social nuevo”.
4.3 La Segunda Internacional:
En 1.889, centenario del comienzo de la Revolución Francesa, se celebraron dos congresos socialistas en París. Uno, inspirado en el Manifiesto Comunista de Marx, creó la que más tarde se conocería como la Segunda Internacional. La nueva organización, una vaga federación de partidos de masas, creó en 1.900 un centro de coordinación, la Oficina Internacional Socialista (Bruselas). Hasta la I Guerra Mundial, la Segunda Internacional se reunió nueve veces en intervalos irregulares. En el Congreso de Londres de 1.896, fueron expulsados los anarquistas, dejando a los marxistas, "sobre todo a los alemanes", en una posición de liderazgo incontestable. Éstos, a pesar de que seguían proclamando las teorías revolucionarias de Marx, buscaban la reforma dentro del marco legal alemán. Numerosos marxistas franceses adoptaron el mismo acercamiento. En 1.899 el socialista francés Alexandre Millerand aceptó la cartera de Comercio en el gabinete no socialista de René Waldeck-Rousseau. Ese mismo año, el líder socialista alemán Eduard Bernstein publicó su Socialismo Evolutivo, una revisión de la doctrina marxista donde rechazaba lo inevitable de la revolución y proponía la colaboración con los partidos no marxistas para alcanzar las metas socialistas. Karl Kautsky, líder de los marxistas ortodoxos alemanes, se opuso a los planteamientos de Bernstein. Un conflicto paralelo minó los esfuerzos de la Internacional para evitar una guerra en Europa. Comprometidos ideológicamente con la paz y el internacionalismo, los socialistas europeos no podían aceptar la derrota militar de sus propias naciones, dentro de las cuales constituían subculturas reconocidas. Cuando la I Guerra Mundial estalló en 1.914, las lealtades nacionales demostraron ser más fuertes que los compromisos de clase y la mayoría de los socialistas respaldó los esfuerzos de guerra de sus respectivos gobiernos. Esto supuso el fin de la Segunda Internacional.
5. Divisiones del Socialismo:
A lo largo de las historia, el Socialismo ha sufrido una serie de ramificaciones, en diferentes lugares, como:
5.1 Socialismo Utópico:
Esta ramificación, no se puede considerar como tal, ya que es bastante antigua y podría ser considerada como las primera teoría sobre el Socialismo.
El Socialismo Utópico intenta hacer frente a los problemas a través de medidas difícilmente realizables y que aportan soluciones parciales. El utopismo no era nuevo: Platón en La República, Tomás Moro en Utopía (1.516), Campanella en La ciudad del sol (1.623), entre otros, defendieron soluciones teóricas utopistas.
A principios del siglo XX, los socialistas utópicos ofrecen unas soluciones prácticas. Se habló de una necesidad de planificar la economía y defendió la unión entre empresarios y trabajadores para solucionar los males sociales.
Fourier (1.772-1.837), denunció el carácter alienante (es decir, suprimía el uso de la voluntad propia) de las sociedades capitalistas, así como las desigualdades sociales a las que las mujeres se veían sometidas y planteó un modo de solución global a través de ensayos de una vida en comunidad, pero fracasó.
Owen (1.771-1.859), la figura más importante del socialismo inglés, fue uno de los representantes más radicales del utopismo, que fundó colonias modélicas. (New Lanark, en Escocia y New Armony, en Estados Unidos) en las que no existía la explotación y en 1.833 creó un sindicato obrero destinado a conquistar pacíficamente el poder. Ambas experiencias fracasaron.
Las ideas de Saint-Simon hallaron en España una cierta difusión, sobre todo en Barcelona. Las ideas de Fourier tuvieron dos núcleos de difusión, uno en Cádiz y otro en Madrid.
5.2 El Socialismo Científico:
Este tipo de Socialismo, es el que hemos estudiado a lo largo de este trabajo, ya que es el más expandido, y el que más resultados ha obtenido a lo largo de la historia. Aquí sólo resumiré de forma breve, los puntos básicos.
El Socialismo tuvo su mayor representante en Karl Marx, que defendió la organización del proletariado para conquistar el poder y, a través de la revolución, una dictadura de proletariado y medios de producción públicos. El Manifiesto Comunista de Marx y Engels, fue una de las primeras expresiones del Socialismo Científico.
Pero el fracaso obrero de 1.848, fue un duro golpe para el Socialismo Utópico y dio más fuerza al Socialismo Científico, que tuvo resultados prácticos como la creación de la Primera Internacional. En 1.871, la clase obrera se alzó en armas y tomó el poder, dando la razón al Estado proletario de Marx.
El sindicalismo obrero empezó antes de la Primera Internacional, en las Trade Unions británicas, legalizadas en 1.825; en Francia, los sindicatos no fueron legales hasta 1.864; en Alemania se permitieron en 1.890.
En España los movimientos obreros surgieron por la Primera Internacional Obrera de Londres: en Madrid (1.868) y en Barcelona (1.869), se crearon los primeros sindicatos. En 1.870 se celebró en Barcelona el I Congreso de la Sección Internacional Española. En 1.879, aparece un partido socialista que se mantiene en la actualidad: el Partido Socialista Obrero Español (P.S.O.E.).
5.3 Socialismo Corporativo:
Es una ramificación del Socialismo, formulada en Gran Bretaña a principios del siglo XX, para reemplazar al Capitalismo. El principal líder del movimiento creado para promover el Socialismo Corporativo fue el británico George Douglas-Howard Cole.
Pretendían un sistema que se centraba en los sistemas de propiedades y utilización de los medios de producción, distribución e intercambio industrial entre naciones, a través de gremios o corporaciones. Estas agrupaciones poseían unas características:
- Cada agrupación estaría formado por trabajadores, gestores y técnicos de la profesión o industria de la que tuvieran jurisdicción.
- Tendrían autonomía en cuanto a problemas de producción.
- Los representantes serían elegidos democráticamente.
Los socialistas corporativos nunca se pusieron de acuerdo sobre qué tipo de Estado debería gobernar esta sociedad. Algunos pensaban que el Estado tenía que desempeñar únicamente funciones de defensa del orden público, defensa nacional y relaciones con otros países. Otros, estaban de acuerdo en que se defendía un sistema de gobierno mediante comunas que representarían diferentes organizaciones.
Todos los socialistas corporativos estaban de acuerdo en que el cambio del Capitalismo al Socialismo debía de ser fundamentalmente económico y no político, por lo que consideraban que la acción política era únicamente un medio para propagar las ideas.
Los socialistas corporativos, se unieron en la Liga Nacional de Gremios, creada en 1.915, pero que perdió afiliado, a medida que el Partido Laborista se hacía más fuerte. En 1.930, la Liga no existía.
6. Contradicciones del Socialismo:
La concepción socialista sobre la naturaleza humana ha sido puesta en tela de juicio por los liberales y los conservadores. ¿Por qué razón hemos de suponer que las personas son naturalmente sociables, cooperativas y creativas y no más bien agresivas, competitivas o indolentes? Los socialistas pueden afirmar que competimos sólo porque hemos nacido en sociedades cuyas instituciones son competitivas. La controversia sobre si la conducta es heredada no muestra signos inminentes de llegar a resolverse.
Los socialistas definen un tipo de naturaleza humana que no coincide con el comportamiento diario, pero cita el ejemplo de sociedades cooperativas y de instituciones de ayuda mutua que justifican su argumento de que nuestras inclinaciones naturalmente sociables han sido pervertidas por las instituciones capitalistas.
El cargo que con mayor frecuencia se le hace al Socialismo es que la igualdad no puede conciliarse con la libertad: una sociedad socialista es necesariamente no libre. Se trata de un argumento, fundado en la eliminación de las libertades cívicas del hombre, pero se apoya también en otros argumentos que son los siguientes:
- Al haber talentos y capacidades desiguales, cualquier sistema que dé igual tratamiento a todos limitará la vida de unos individuos e impedirá que otros desarrollen de forma libre su potencial.
- Un sistema de iguales recompensas por el trabajo realizado desalienta a quien está más capacitado para un trabajo y tiene más posibilidades de éxito.
- Una sociedad igualitaria impide que los individuos obtengan sus justas recompensas.
Más difícil de responder es la cuestión de si el paso al socialismo destruirá las libertades presentes. Dadas las desigualdades sociales y económicas existentes, necesariamente empeoraría la condición de las personas limitando así su libertad. En el pensamiento liberal, la libertad, la elección y el dinero están estrechamente asociados. Por tanto, la introducción del Socialismo hoy en día supondría un nivelamiento hacia abajo.
Los socialistas utópicos respondían afirmando que sus propios sistemas producirían una abundancia cada vez mayor, de modo que todos tendrían más, pese a lo cual las desigualdades se reducirían o eliminarían.
También depende del grado de desigualdad existente: cuanto mayor sea esta desigualdad, más imposible se hace el nivelar hacia arriba y aumentan las posibilidades de que a las personas más ricas les quiten sus riquezas. Los críticos del Socialismo suponen que los ricos no se desprenderán de su riqueza, porque si se desprenden de ellas, pierden lo que constituye su libertad, sufriendo un ataque a su condición de seres libres.
Detrás de estos argumentos se plantea la cuestión de que hay una justicia propia a la actual y accidental distribución de bienes. Por otra parte, hay planteada una autocontradicción: si la libertad implica elección significada por el dinero, y el dinero es redistribuido para empeorar las condición de las personas, éstas reciben así mayor libertad cn el mejoramiento que supone perder algo de libertad.
Otra parte de las objeciones planteadas por lo liberales tiene que ver con la prohibición que hace el utilitarismo de establecer comparaciones interpersonales de utilidad.
A los socialistas les preocupa el aspecto negativo del vínculo entre el dinero y la libertad: la pobreza equivale a la no libertad. No les preocupa el hecho de que algunos tengan más, sino el hecho de que algunos tengan menos
Otra razón por la que los socialistas niegan la dicotomía entre libertad e igualdad es que definen la libertad de modo diferente a los liberales, como la oportunidad de cumplir con el potencial de cada uno. Disponer las cosas de manera que dé iguales oportunidades a todos; exigiría un tratamiento “igual pero diferente”, es decir, todos tendrían las mismas oportunidades, pero se les trata de acuerdo a sus capacidades ( se basa en el principio de “a cada cual según sus necesidades”). La definición para los socialistas de libertad, podría ser la de “libertad a partir de las necesidades insatisfechas”. Así, para los socialistas, los principios de la libertad y la igualdad están interrelacionados y son complementarios, iguales a los artículos del catecismo socialistas.

¿Qué es el Socialismo del siglo XXI?

A raíz del contundente triunfo del Presidente Chávez en las pasadas elecciones, mucha gente se ha interesado en serio en la propuesta que éste formuló en el discurso pronunciado el 25 de Febrero de 2005, con motivo de la inauguración de la IV Cumbre de la Deuda Social. Allí manifestó su convencimiento de que la revolución debía ser socialista, y en caso contrario no sería revolución. Luego, cuando profundizó en su discurso, explicó que este socialismo debía ser del siglo XXI, dándole así nombre a un nuevo concepto. Pero realmente, ¿qué es el Socialismo del Siglo XXI?

UN CONCEPTO EN CONSTRUCCIÓN

La primera cosa que hay que decir es que el Socialismo del Siglo XXI no tiene una definición acabada. Cuando el presidente habló del tema por primera vez, invitó a todo el pueblo venezolano a participar en una discusión sobre la materia. Muchos hemos participado en foros y escrito materiales que permiten profundizar en el análisis. No obstante, se hace fundamental leer los discursos de Chávez, para comprender con mayor detalle hacia dónde se orienta este proceso, más aún cuando el Presidente ha recibido el espaldarazo de casi 63% de los votantes en las últimas elecciones.

EL SOCIALISMO NACIÓ EN LATINOAMÉRICA

Lamentablemente quienes hacen análisis simplistas de las cosas confunden siempre el concepto de socialismo con el concepto de marxismo, siendo que el socialismo marxista es tan sólo uno de los modelos de socialismo que se ha aplicado en el mundo, aunque ciertamente el más famoso.

Cuando Marx habló de su visión del socialismo, se remitía a un concepto mucho más lejano, surgido en los albores del siglo XVI de la mente de Tomás Moro (por cierto, él fue un santo, no un político), en su famosa obra “Utopía”. Moro se sentía fascinado por las narraciones de Vespucio sobre el archipiélago brasileño de Fernando de oroña e imaginó en su obra una sociedad perfecta a la que calificó de socialista.

Por cierto, los primeros que aplicaron este modelo ideado por Moro, no fueron los soviéticos, sino los jesuitas, en sus Reducciones del Paraguay. Estos datos son interesantes, porque no es casualidad que el concepto de socialismo surja por lo visto en unas islas brasileñas y que luego se aplicara en Paraguay. En otras palabras, los primeros socialistas no fueron los europeos, sino los latinoamericanos

EL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI NO ES MARXISTA

No sé cuántas veces tendrá Chávez que repetir lo mismo. Lo está diciendo desde el año 2003. Lo ha dicho claramente en varias alocuciones, discursos y programas de televisión “este no es un proyecto marxista, yo tengo muchos amigos marxistas, pero este no es un proyecto marxista” (Aló Presidente, 2-10-2005). Pero incluso, se lo ha declarado a los periodistas en entrevistas y ruedas de prensa. “Yo no soy comunista, no tendría ningún empacho en decirlo. Si yo tuviera un proyecto marxista para Venezuela lo hubiese dicho desde el primer día en que salí a la palestra política. Así que no soy marxista, tengo aproximaciones al pensamiento socialista y progresista, pero no soy marxista” (Entrevista hecha por Lucía Newman, corresponsal de CNN, 18 de Agosto de 2004).

Por si acaso, lo volvió a repetir en la rueda de prensa ofrecida en Miraflores, el día que lo acreditaron como Presidente Electo. Pero claro, esto no es publicitado por los medios de comunicación, porque muchos de ellos funcionan como agencias de campaña sucia del antichavismo, y necesitan producir temor en la gente, por tanto, cualquier cosa que pueda disminuir o disipar ese miedo es censurada o simplemente obviada.

SOCIALISMO BOLIVARIANO

Teniendo claro que socialismo no es sinónimo de marxismo y que además Chávez ha aclarado hasta la obstinación que él no es marxista ni tiene un proyecto marxista para Venezuela, vale recordar que la primera vez que el Presidente calificó a la revolución venezolana como socialista (25-2-2005), estaba dando un discurso extraordinario (por cierto, de los mejores que le he escuchado en mi vida) en el cual, documentos en mano, desentrañaba en su condición de profesor de historia de Venezuela, el pensamiento del Libertador en temas sociales.

Chávez tomó los decretos de Simón Bolívar después de la independencia sobre educación, propiedad de la tierra, salud y uso de los bienes comunes, y leyéndolos desentrañaba lo que el Padre de la Patria nos heredó como proyecto de nación. Ciertamente, tal y como concluyó Chávez en ese discurso, Bolívar era un socialista.

Por tanto, para definir el Socialismo del Siglo XXI no hay que buscar en el pensamiento europeo, sino en el latinoamericano y, más específicamente, en el bolivariano.

SOCIALISMO CRISTIANO

Desde hace ya algunos años se ha venido produciendo un proceso de conversión personal en el corazón de Hugo Chávez. Ahora se define a sí mismo como profundamente cristiano y habla de Jesús como su Salvador y lo invoca como “Comandante en Jefe de esta revolución”.

En este sentido, ha planteado que el Socialismo del Siglo XXI tiene que tener inspiración cristiana.

Vale decir que este no es un invento de él. El socialismo cristiano es una corriente política que ha tenido gran importancia en el mundo y particularmente en América Latina, más allá de que algunas organizaciones políticas que se han definido a sí mismas de esta manera, no le hayan hecho ningún honor a las ideas de Jesús.

Es importante aclarar que, cuando decimos que el Socialismo del Siglo XXI tiene inspiración cristiana, no decimos que tenga que ser confesional, sino que se basa en el pensamiento social que se lee en los Evangelios y en el Nuevo Testamento en su conjunto. Es el socialismo que practicaban las primeras comunidades cristianas, después de Pentecostés.

OBVIAMENTE, DEL SIGLO XXI

En esta definición no puede faltar el hecho de que el Socialismo del Siglo XXI mira hacia el futuro. En otras palabras, no está anclado a los modelos socialistas que rigieron una buena parte del mundo en el pasado.

Tampoco es un socialismo surgido o enmarcado dentro de la Guerra Fría de mediados del siglo XX. Es un socialismo nuevo, que está inspirado en los valores que el mundo acepta como justos en este nuevo siglo: la democracia, el respeto por los derechos humanos, entiéndase no sólo los civiles y políticos, sino también los económicos, sociales y culturales.

“EN EL CAPITALISMO NO PUEDE HABER DEMOCRACIA”

Esta es una frase dicha por Chávez en su última rueda de prensa. Y está claro: si la democracia es el poder del pueblo y para el pueblo, no tiene sentido en un sistema donde el interés individual está por encima del colectivo, y en dónde el capital es más importante que la persona.

El socialismo no es otra cosa que poner el interés colectivo prioritariamente por encima del interés individual. Sólo así se puede vivir en democracia. Si un individuo y su dinero, están por encima de una comunidad, eso jamás será una democracia. Será una dictadura, o peor, una plutocracia. Como la que existe en los Estados Unidos, con sus 45 millones de pobres.

POR ESTE PROYECTO VOTÓ EL PUEBLO VENEZOLAN
O

Desde los inicios de la democracia no se había producido un respaldo electoral tan grande a un presidente como el que ha recibido Chávez en esta oportunidad. Creo que esto deja clarita cualquier duda. Venezuela quiere socialismo, y además quiere que sea del siglo XXI.

ORIGENES DEL SOCIALISMO

El '''socialismo''' es un orden socioeconómico basado en la [[socialización de los medios de producción|propiedad social de los medios de producción]], el control [[colectivismo|colectivo]] y [[planificación económica|planificado]] de la economía por parte de la [[sociedad]] como un entero. También se define por socialista a toda teoría, doctrina o movimiento que aboga por su implantación. El socialismo puede ser no-estatal (mediante la [[propiedad comunitaria]] en un sentido amplio) o estatal (a través de la [[estatización|nacionalización]] y la planificación económica de la producción).

En un sistema socialista, al establecerse la propiedad social (colectiva) de los medios de producción, desaparece cualquier forma de propiedad privada de los bienes de capital y con esta el [[capitalismo]] como forma de apropiación del trabajo [[salario|asalariado]], que supone en la teoría [[marxista]] una forma de explotación por vía económica. Siendo el capitalismo la última sociedad con clases dentro de la secuencia histórica de los [[modos de producción]] de [[Karl Marx]], esto comportaría a su vez la desaparición de las [[clases sociales]] que son generadas por los diferentes orígenes del ingreso, dando así por superada la [[lucha de clases]] y quedando únicamente la dialéctica, la lucha entre lo nuevo y lo viejo como motor histórico en procura de la superación constante en espiral ascendente para el bienestar y la felicidad de la raza humana.

Frecuentemente coexisten diferentes movimientos políticos que adoptan el título de Socialismo: desde aquellos con vagas ideas de búsqueda del [[bien común]] e [[igualdad social]], hasta los proyectos reformistas de construcción progresiva de un [[Estado socialista]] en términos marxistas, o las variantes pre y post-marxistas de socialismo (sean obreristas o nacionalistas), o al [[intervencionismo]], definiciones de socialismo o de sus métodos que pueden variar drásticamente según varíen los interlocutores políticos y que algunas veces se distancian en mayor o menor medida de su etimología: [[estatismo|estatistas]], [[nacionalismo|nacionalistas]], marxistas, [[cooperativismo|cooperativistas]], corporativistas [[gremio|gremiales]] clásicos, socialistas de renta, [[socialismo de mercado|socialistas de mercado]], [[mutualismo (movimiento)|mutualistas]], [[socialdemocracia|socialdemócratas]] modernos, etc.

El socialismo continúa siendo un término de fuerte impacto político, que permanece vinculado con el establecimiento de un orden socioeconómico construido por, para, o en función de, una clase trabajadora organizada originariamente sin un orden económico propio, y para el cual debe crearse uno público (por vía del Estado o no), ya sea mediante revolución o evolución social o mediante reformas institucionales, con el propósito de construir una sociedad sin clases estratificadas o subordinadas unas a otras; idea esta última que no era originaria del ideario socialista sino del comunista y cuya asociación es deudora del [[leninismo|marxismo-leninismo]]. La radicalidad del pensamiento socialista no se refiere tanto a los métodos para lograrlo sino más bien a los principios que se persiguen.
[[Archivo:Karl Marx.jpg|thumb|Karl Marx, fundador del [[socialismo científico]] y el [[marxismo]]]]

== Socialismo y comunismo ==
A diferencia de lo que sucede con el concepto de "[[comunismo]]" (término cuya utilización se remonta a [[Platón]]), en el cual la contribución a la producción común es libre y no planificada mientras que el consumo se vive en común,<ref>Émile Durkheim, ''El socialismo'', Akal, 1987, cap. II, 2° lección (cont.), pp. 48-50</ref> la palabra "socialismo" (que apareció por primera vez en 1834 bajo los auspicios de [[Robert Owen]]) describe la organización colectiva de la producción y la distribución en tanto el consumo permanece siendo particular.<ref>V. I. Lenin, ''El Estado y la revolución'', Siglo Veintidós, 2000, cap. V, § 3 y 4, pp. 79-88</ref> En el [[siglo XIX]] en proceso de proletarización masiva por el ascenso del capitalismo industrial la idea socialista evolucionó como concepto e [[ideología]] de [[economía política]] proponiendo un sistema social, económico y político basado en la organización consciente (planificada) de la producción de acuerdo a unos fines preestablecidos de contribución al bien general: sería el denominado movimiento socialista (en algunos lugares movimiento para la reforma del trabajo).

Sintetizado a partir de las ideas y escritos de distintos grupos y pensadores que buscaban alumbrar un sistema menos voraz y más justo, el socialismo recibe un gran impulso de la teoría marxista que desprende al socialismo de todo [[idealismo]] moral y político, y lo fundamenta como una necesidad para el desarrollo del presente período tecnológico, que es lo único que podría hacerlo realizable (no-utópico) según la doctrina del [[materialismo histórico]].

Con el surgimiento del [[marxismo]] los medios socialistas y los fines comunistas son absorbidos y reformulados dentro de una sola doctrina que entiende ambos sistemas como dos pasos [[materialismo histórico|históricamente]] necesarios en el desarrollo de una sociedad escindida por la [[lucha de clases]] hacia una etapa comunista final sin clases. El movimiento comunista, que ya había surgido de ciertos períodos radicales colectivistas de la Revolución francesa como movimientos remanentes (véase el comunismo de [[Babeuf]] y la [[Conspiración de los Iguales]]) y había dejado de ser un activismo social cambiante durante diferentes períodos históricos para convertirse en activismo político, se transforma en partido e ideología gracias a la introducción por parte de [[Karl Marx]] de las ideas de los doctrinarios socialistas (por entonces tomadas seriamente), adoptando un sólido cuerpo doctrinal del que carecía. Mientras que gracias al marxismo las ideas socialistas y comunistas se desprenden del [[idealismo]] y se unifican en un solo movimiento ideológico llamado Comunismo, el Socialismo como ideología se escinde en varias corrientes: [[socialismo utópico]], [[socialismo de Estado]], socialismo corporativista, socialismo militar, socialismo clerical, socialismo obrero, socialismo popular, socialismo nacional, etc.

== Explicación previa al contexto ==
En las práctica el significado ''de facto'' del socialismo ha ido cambiando con el transcurso del tiempo. Muchos de los denominados socialistas derivaron históricamente en la búsqueda de instaurar un Estado obrero organizado de abajo hacia arriba (en oposición al Estado de clase, organizado de arriba hacia abajo), de los sectores económicos y políticos para evitar (parcial o completamente) que una minoría de los ciudadanos poseedora de los medios de producción ([[burguesía]]) pueda ejercer la explotación a la mayoría de los ciudadanos obreros de la producción.

Otros mientras tanto continuaron rechazando la vía del control estatal considerando que el capitalismo sólo era posible gracias al poder impositivo o la coacción que garantiza privilegios legales sobre la propiedad a quienes tienen el favor del poder estatal y continuaron reivindicando el significado básico y original del socialismo como "medios de producción en poder de los productores", de todas formas durante el [[siglo XX]] ésta se convirtió en una opción socialista minoritaria y heterodoxa.

La ideología con que muchas veces se relaciona en la actualidad al sistema del socialismo es la [[socialdemocracia]], ya que trata de reducir las diferencias económicas entre clases; para ello los países basados en estas ideologías socialistas tienen medidas para redistribuir la riqueza; las personas de clase alta (personas que poseen más riquezas/dinero que la media) se les requiere pagar impuestos más altos que a la media de las personas de ese país, con el fin de distribuir la riqueza en la sociedad y ofrecer o facilitar oportunidades que individuos de clase baja no podrían tener. Razón por la cual en la actualidad la mayoría del "socialismo" y de esta palabra se identifica con los postulados socialdemócratas, incluso por parte de corrientes clásicamente asociadas al movimiento socialista que ante la parcial asimilación de la palabra "socialismo" por la socialdemocracia dudan, evitan o rechazan denominarse de esa manera.

Como ya se indicó el significado dado al socialismo es muy amplio y puede variar según el exponente al igual que los proyectos que aplicarían, aunque normalmente se refieren al [[socialismo democrático]]-estadocéntrico o de partido (parlamentario) y su modelo suele ser el de políticas económicas [[intervencionista]]s.

==== La influencia de la ilustración y el socialismo utópico ====
El estudio del socialismo se inicia a partir de la Revolución francesa en 1789, que causó el derrocamiento de la clase feudal francesa y la ascensión al poder de la [[burguesía]]. En el siglo XVIII y XIX los principales países de [[Europa]] desarrollan el proceso de sustitución del [[feudalismo]] por el [[capitalismo]] como sistema económico, y los estados feudales se unen para formar las modernas [[Estado Nación|Naciones-Estado]].

En el contexto de la Revolución francesa aparece [[François Babeuf]], el primer pensador socialista.

Inglaterra fue la cuna del socialismo utópico. Existen dos causas importantes que dan al socialismo utópico inglés su carácter peculiar: la [[revolución industrial]], con su cortejo de miserias para el naciente [[Proletariado]], y el desarrollo de una nueva rama de la [[ciencia]]: la [[economía política]]. Recordemos entre los socialistas utópicos a [[Robert Owen]] ([[1771]]-[[1858]]), quien fue el primero en considerar al proletariado como clase independiente con intereses comunes.

En [[Francia]] tuvo un carácter más filosófico que en Inglaterra. Su primer representante fue el conde [[Henri de Saint-Simon]]. Propuso la [[Federalismo europeo|Federación de Estados Europeos]], como instrumento político para evitar las guerras y asegurar la paz mundial. Al mismo tiempo [[Carlos Fourier]], concibió los falansterios (comunidades humanas regidas por normas de libre acuerdo y economía socializada). De la inspiración de los principios fourieristas se constituyeron algunos [[falansterio]]s.

{{VT|Socialismo utópico|falansterio}}

==== Los debates entre los socialistas clásicos ====
Poco después aparece la teoría [[marxismo|marxista]] que desde una teoría crítica del [[capitalismo]], desarrolla una propuesta política: el [[socialismo científico]]. Karl Marx postula en su obra "El Capital" la diferenciación entre «valor de uso» y «valor de cambio» de una mercancía y la definición de [[plusvalía]], siendo éstas sus mayores contribuciones a la [[economía política]]; no obstante, los economistas modernos no utilizan estos conceptos del mismo modo que lo hacen los seguidores de la escuela marxista del pensamiento económico. Entre los socialistas hubo una temprana división entre marxistas y anarquistas. El marxismo como teoría recibió muchas interpretaciones, algunas de ellas constituirán durante muchas décadas la base ideológica de la mayoría de partidos socialistas europeos. Más tarde, a raíz de la [[Revolución rusa]] y de la interpretación que le dio Lenin, el marxismo-leninismo se convertiría en el ideario de los partidos comunistas, agrupados bajo la III Internacional.
[[Archivo:Bakuninfull.jpg|thumb|left|150px|[[Mijaíl Bakunin]], ideólogo político, defensor de la libertad individual y colectiva]]
La teoría marxista se construye en debate con el anarquismo. El [[anarquismo]] se podría inscribir dentro de los debates tempranos del socialismo, que como ideal busca que las personas decidan sobre sus vidas directamente. Propugna la abolición del Estado y de toda autoridad. Es la corriente con un trasfondo de respeto y valoración al [[sujeto histórico|sujeto]] o [[individuo]], y que considera a la [[libertad]] como el camino y el objetivo del socialismo y que propone la [[horizontalismo|horizontalidad]] en las asociaciones humanas voluntarias, la [[federalismo|autonomía local]] junto con la [[autoorganización]] de los movimientos sociales frente a las instituciones del Estado y a las multinacionales y monopolios propios del capitalismo. La meta del [[socialismo libertario]] es construir una sociedad basada en las [[libertades civiles]], la [[equidad]] social, la iniciativa personal, la [[cooperación]] moral de un individuo, eliminando las [[clases sociales]] estratificadas, promoviendo estructuras políticas y económicas [[autogestión obrera|autogestionarias]], [[descentralización|descentralizadas]] o [[red distribuida|distribuidas]].

=== El socialismo en el siglo XX ===

El socialismo alcanzó su apogeo político durante el [[siglo XX]] en el [[Pacto de Varsovia|bloque socialista de Europa]], la [[Unión Soviética|URSS]], estados socialistas de [[Asia]] y del [[Caribe (zona)|Caribe]].

[[Archivo:Dyadya lenin.jpg|thumb|200px|[[Cartel]] [[propaganda|propagandístico]] soviético, ilustra a [[Lenin]] "limpiando" simbólicamente el mundo de los [[rey]]es, ricos e [[imperialismo|imperialistas]], glorificando así el socialismo.]]

Durante la segunda mitad del siglo XX fue de gran importancia para el llamado bloque socialista, que la Unión Soviética liberara a los países ocupados del [[Tercer Reich]] en el frente oriental durante la [[Segunda Guerra Mundial]], pues estos mismos posteriormente adoptaron sistemas de gobierno socialistas que hicieron que el campo socialista alcanzara un amplio dominio.

Indicadores del auge socialista durante el siglo XX son por ejemplo, los grandes avances en la tecnología, como por ejemplo en los programas espaciales, así como la gran tecnología militar, principalmente en la Unión Soviética. La contrapartida es el abandono de los principios socialistas por la burocracia estatal, que no salió de la economía de guerra y limitó la democracia socialista.

Tras la [[Segunda Guerra Mundial]], la tensión militar-ideológica entre el bloque socialista, encabezado por la URSS, y el capitalista, encabezado por Estados Unidos, desembocó en un enfrentamiento político que se conocería como [[Guerra Fría]]. Se conoció de ella extraoficialmente y fue la competencia por la superioridad en todos los aspectos y lograr así el dominio completo (pero no directo) de la mayor cantidad de países. Culminó con la desintegración de la URSS por sus contradicciones económicas y políticas y fuertes presiones externas, y seguida de una repentina crisis en los demás estados socialistas, principalmente los europeos.


== Socialismo del siglo XXI ==
El '''socialismo del siglo XXI''' es un concepto ideado por A.V. Buzgalin en una publicación originalmente en ruso en 1996 y en español en el año 2000. En efecto el primer texto sobre el tema no es el de Heinz Dieterich, sino uno del autor ruso titulado "El Socialismo del siglo XXI" (160 pp., Guanabo, Cuba, Enero 20, 2000, Costo 9 euros). El de [[Heinz Dieterich|Heinz Dieterich Steffan]], es posterior, a partir de 1996,<ref>[http://www.kaosenlared.net/noticia.php?id_noticia=28818 Entrevista a Heinz Dieterich]</ref> y muy difundido desde el [[30 de enero]] de [[2005]], por el [[Presidente de Venezuela]], [[Hugo Chávez]] en ese entonces desde el [[Foro Social Mundial|V Foro Social Mundial]].

El modelo de [[Estado socialista]] del socialismo del siglo XXI es un [[socialismo revolucionario]] que bebe directamente de la [[filosofía marxista|filosofía]] y la [[economía marxista]], y que se sustenta en cuatro ejes: el [[desarrollismo]] democrático regional, la [[economía de equivalencias]], la [[democracia participativa]] y las [[organizaciones de base]]. Dieterich, en su obra ''Socialismo del Siglo XXI'' se funda en la visión de [[Karl Marx]] sobre la dinámica social y la [[lucha de clases]]. Dieterich profundiza la teoría marxista y la actualiza en el mundo de hoy, incorporando los avances del conocimiento, las experiencias de los intentos socialistas, develando sus limitaciones, entregando propuestas concretas tanto en la economía política como en la participación democrática de la ciudadanía para construir una sociedad libre de explotación. Resumiendo, el socialismo del siglo XXI supone que es necesario un reforzamiento radical del poder estatal democráticamente controlado por la sociedad para avanzar el desarrollo.

En el marco de la [[Revolución Socialista de Hugo Chávez]], el mismo ha señalado que para llegar a este socialismo habrá una etapa de transición que denomina como ''Democracia Revolucionaria''. Hugo Chávez expresó ''“Hemos asumido el compromiso de dirigir la Revolución hacia el socialismo y contribuir a la senda del socialismo, un socialismo del siglo XXI que se basa en la solidaridad, en la fraternidad, en el amor, en la libertad y en la igualdad”'' en un discurso a mediados de 2006. Además, este socialismo no está predefinido. Más bien, dijo Chávez ''“debemos transformar el modo de capital y avanzar hacia un nuevo socialismo que se debe construir cada día”''.<ref>[http://www.aporrea.org/ideologia/a30750.html Los errores del estalinismo burocrático frente al Socialismo del Siglo XXI] y [http://www.latino-news.com/index.php?id=225&tx_ttnews%5Btt_news%5D=1184&tx_ttnews%5BbackPid%5D=224&cHash=cf0c64eea5 “Socialismo Siglo XXI”].</ref>

== Una ideología, un grupo de ideologías ==
[[Archivo:Engels1868.jpg|thumb|[[Friedrich Engels]], filósofo socialista alemán.]]
Existen diferencias entre los grupos socialistas, aunque casi todos están de acuerdo de que están unidos por una historia en común que tiene sus raíces en el siglo XIX y el siglo XX, entre las luchas de los [[trabajador]]es [[industria]]les y [[agricultura|agricultores]], operando de acuerdo a los principios de solidaridad y vocación a una sociedad igualitaria, con una [[economía]] que pueda, desde sus puntos de vista, servir a la amplia población en vez de a unos pocos.

De acuerdo con los autores marxistas (más notablemente [[Friedrich Engels]]), los modelos y las ideas socialistas serían rastreables en los principios de la historia social, siendo una característica de la naturaleza humana y sus modelos sociales.

En el [[leninismo|marxismo-leninismo]] el socialismo es considerado como la fase previa al [[comunismo]], por ello los procesos revolucionarios vividos por la [[Unión Soviética|URSS]], [[Cuba]] y [[China]] se relacionan con esta doctrina, ya que, en el caso de la URSS nunca se logró alcanzar el comunismo, y en el caso de Cuba todavía buscaría alcanzar ese objetivo.

Ya entendí qué es el Socialismo del Siglo XXI

El socialismo del siglo 21